LETRA ATLÉTICA

Sobre el polémico «Primer juego oficial»

About the polemic «First Official Game»

Juan A. Martínez de Osaba y Goenaga

Profesor Consultante. Licenciado en Educación, Especialidad Historia. Universidad de Pinar del Río "Hnos Saíz Montes de Oca". Facultad de Cultura Física. Correo electrónico: juana.martinez@upr.edu.cu

 


Para Benito Rodríguez Marrero, El Zurdo

Los cubanos tenemos derecho a crearnos nuestras fábulas, los mitos y las realidades, porque llevamos dentro la furia por las actividades atléticas, esencialmente por las bolas y los strikes, que nos llegaron temprano por estudiantes nativos en el país vecino del norte y nos lo adueñamos, al extremo de conservarlo como parte indisoluble del nacimiento de la nación y la nacionalidad cubana, elementos esenciales de la identidad y la cultura nacional.

Ahora bien, por encima de cualquier consideración, amor propio u otra pasión, debemos ajustarnos a los dictados de la ciencia, a la investigación científica que, por fortuna, tiene larga data en nuestra nación. Los hechos acontecidos pueden ser fidedignos, hasta que otra cosa aparezca vinculada al quehacer científico. Es ley de la vida y la intelectualidad.

Este 29 de diciembre de 2013, se cumplirán 137 años de efectuado el primer juego oficial en la «siempre fiel Isla de Cuba», un desafío que reunió todos los requisitos para endilgarle tal calificativo, pues respondía a una liga oficialmente creada y estructurada, con todos los atributos necesarios. Los anteriores partidos, que los hubo, no podrían integrarse con tintes de oficialidad.

Mucho se ha escrito, hablado, divagado y polemizado, acerca del primer juego de pelota en Cuba. Y todos, o casi todos creen llevar, al menos, una parte de razón basados en la escasez de documentos y la ausencia de testigos centenarios que, quizás, no fueran fiables por el envejecimiento del cuerpo y la memoria, frecuentes más allá de las siete décadas de vida; antes por entonces. No en balde Gabriel García Márquez, en sus memorias, afirma más o menos así: «La vida no es la que se vivió, sino la que se recuerda para poder contarla…» Y no siempre se recuerda y cuenta bien, por las pasiones del ser humano.

El aniversario 137 del primer juego oficial (el subrayado es nuestro) debidamente documentado del béisbol en Cuba fue celebrado en el estadio Palmar de Junco de aquí, al develarse una tarja que perpetúa el hecho histórico acontecido el 27 de diciembre de 1874.1

En un debate teórico para la ocasión, donde estuvieron presentes el doctor Félix Julio Alfonso López y el periodista Yasel Porto Gómez, más el investigador Martín Socarrás Matos, entre otros intelectuales y glorias deportivas de la Ciudad de los Puentes, el autor hace referencia al periodista Reynaldo González Villalonga, quien disertó acerca de «sus investigaciones sobre un juego efectuado en el propio Palmar de Junco el 2 de septiembre de 1867, que apenas fue reseñado someramente por la prensa(…)»

Más adelante destaca las palabras pronunciadas por Alfredo Santana, abogado e historiador que tiene, entre otros interesantes trabajos a su haber, unas bien documentadas biografías de José de la Caridad Méndez y Martín Dihigo. El investigador, ante la disyuntiva histórica del primer juego cubano y con carácter oficial, se pronunció así:

Históricamente se ha considerado como el primer juego de pelota organizada (el subrayado es nuestro) en Cuba el del 27 de diciembre de 1874, porque por primera vez se emplearon trajes, árbitros, reglas y los resultados de aquel partido se recogieron por la prensa de la época. (…) A nuestro entender no existen elementos sustanciales que hagan cambiar la categoría que se le otorgó a este recinto el 27 de diciembre de 1874 como escenario del primer juego de pelota (el subrayado es nuestro) efectuado en Cuba.

Los matanceros, y hasta hace poco todos los cubanos, vivíamos orgullosos de que el primer juego de pelota se hubiera desarrollado en el Palmar de Junco, aquella jornada dominical del 27 de diciembre de 1874, entre los equipos Habana BBC y Matanzas BBC, este último con varios jugadores norteamericanos. La vetusta instalación conserva sus honores históricos. Hasta aquí todo anda sobre rieles, pero está la ciencia, la investigación científica que no se cansa de hurgar, para tratar de zafar nudos no bien enlazados.

Los historiadores fueron más lejos al declarar el célebre partido como el primero «oficial» de la Isla, un argumento erróneo que se divulga sistemáticamente por la prensa. Pero es menester detenernos en la búsqueda de la verdad histórica, a veces huidiza. La tozuda verdad quizás un día nos ponga en la picota a quienes asumimos a los hermanos Guilló como los iniciadores de la pelota en la Isla, y la recibiremos con placer.

Regresemos a lo que nos ocupa: ¿Fue el desafío de 1874 el primero? Vayamos por partes. Según fuentes fidedignas, en 1868 se había creado el Habana Base Ball Club. ¿Para qué un equipo sin disputar partidos? ¿Contra quién? Las interrogantes comenzaron a esclarecerse cuando Félix Julio Alfonso nos entregó el siguiente documento, que consta en nuestro poder:

La referencia más antigua aparecida en la prensa cubana sobre un juego de pelota se refiere al enfrentamiento, entre jóvenes del comercio habanero y estadounidenses radicados en Matanzas, el 2 de septiembre de 1867, también en el Palmar de Junco, y el juego quedó empatado.2

Debe destacarse que en esa publicación no se registra el box score. O sea, siete años antes del 27 de diciembre de 1874, se había jugado en el propio Palmar de Junco, un terreno que, al decir de Wenceslao Gálvez y Delmonte, el primer historiador del béisbol cubano, no tenía palmas y era de Junco, apellido del dueño de la zona, aunque le quede mejor Palmar del Junco, que le otorga un aire nobiliario. Si apareció el documento de marras en el Aurora del Yumurí en fecha tan temprana, el mismo periódico que posteriormente publicó el de 1874, nada se opone a que se asuma con veracidad, lo que evidentemente cambia el panorama histórico. ¿También que haya sido el Habana BBC el primer equipo?

La historia se encarga de complicar las cosas, cuando se hurga en la esencia del fenómeno, único camino de la ciencia, al decir de Carlos Marx. La realización del desafío facilitado por Alfonso López, se efectuó un año antes de fundado el team que sería representado con el color rojo. Por consiguiente, ya debieron existir equipos, pero ¿de carácter oficial? He ahí el detalle.

El primero de estos equipos se refiere al Habana y el Almendares (el subrayado es nuestro), fue creado en 1868, integrado por cubanos blancos de clases medias y altas, afines en su mayoría al imaginario nacionalista en sus variantes moderada o radical, identificados con el color rojo y cuyo símbolo era la fiereza del león.3

¿Hubo, o no, juegos antes de 1874? Con alrededor de veinte integrantes, el Habana BBC se dividía periódicamente en dos equipos de a diez para jugar entre sí, aunque en realidad, como confiesa Diez Muro:

Pocos juegos celebraron los teams habanistas entre sí, pues a poco se fundó en Matanzas el club de ese nombre y los desafíos fueron entre ambos clubs, verificándose los encuentros unas veces en esta capital, en los terrenos ocupados hoy por la Iglesia del Vedado y otras veces la ciudad a que el Pan sirve de soberbia atalaya.4

Aseveración contundente, aunque sin verificación de fechas. Para el rigor científico son tan importantes las fuentes bibliográficas, que, durante más de siglo y medio, ajustados al reporte de Enrique Fontanills, por entonces un joven autor y periodista que tuvo a su cargo, bajo el seudónimo de Henry, la publicación del primer box score de un desafío en Cuba en El Artista, una revista dedicada al mundo del teatro, cuatro días después del célebre juego en el Palmar de Junco, y que llegó a asumirse con carácter primogénito.

Fontanills cuenta que una nutrida multitud disfrutó del novedoso espectáculo y menciona de pasada la probabilidad de que ambos equipos volviesen a enfrentarse un par de meses después, en el campo del Habana, en el Vedado.5

Tal publicación encendió una polémica nacional, pues se fue insertando en la población y en algunos entendidos, hasta tomar ribetes míticos y de leyenda, que llegaron a declararlo años después, exactamente por René Molina en 1950, como el «primer juego oficial». Según Wenceslao Gálvez, Fontanills no llegaría a ser un buen escritor, a pesar de publicar en diferentes órganos de prensa, junto a Enrique Hernández Miyares, Aniceto Valdivia, Manuel de la Cruz e Ignacio Sarachaga. Con el tiempo Fontanills se convirtió, afirma Félix Julio Alfonso, en:

El cronista social por excelencia de la alta burguesía cubana, y sus escritos aparecían con frecuencia en La Habana Elegante y El Fígaro6

Sobre la «oficialidad» del desafío, vayamos al Diccionario Real de la Academia Española: Oficial. (Del lat. officiâlis)adj. «Que es de oficio, o sea que tiene autenticidad y emana de la autoridad derivada del Estado, y no particular o privado. Documento, noticia oficial. || 2. Dicho de una institución, de un edificio, de un centro de enseñanza, etc.: Que se sufragan con fondos públicos y están bajo la dependencia del Estado o de las entidades territoriales…»

Algunos historiadores no vacilaron en otorgarle tal crédito, incluido Severo Nieto en su monumental obra Béisbol en Cuba Hispánica (Editorial Científico-Técnica. La Habana, 2007). También se hicieron eco los periódicos y revistas locales, nacionales y extrafronteras. Aunque el imaginario popular lo conserve, en franca justicia debemos aseverar que el primer juego oficial celebrado en la Isla de Cuba, avalado por una liga estructurada con sus estatutos, reglamentos, ejecutivo, y registrada oficialmente, fue el desarrollado entre Habana BBC y Almendares BBC, el 29 de diciembre de 1878, en la inauguración de la Liga de Base-Ball, que a partir de la segunda temporada (1879-1880) asumió el patronímico de Liga General de Base-Ball de la Isla de Cuba, nombre que variaría muchas veces hasta su extinción en 1961, y que había nacido para jugar entre aficionados, habida cuenta de que por entonces no estaba generalizado el concepto inglés del amateurismo.

Un juego de ocasión (por entonces tampoco se utilizaba el término de exhibición), como el de 1874, no puede tener carácter oficial, aunque se hayan puesto de acuerdo las direcciones de ambos planteles. La Liga Cubana se constituyó, oficialmente: «En La Habana, 20 de diciembre de 1878 (Diez Muro asegura que fue el 22, según Martín Socarrás), reunidos en la calle de Obrapía número 17, los señores Adolfo Nuño, Carlos Zaldo y Joaquín Franke, en representación del Almendares Baseball Club y los señores Beltrán Senarens, Ricardo Mora y Manuel Landa, por el Habana Baseball Club, haciendo las veces de Secretario el señor Ernesto Guilló. Se hizo presente por el señor Senarens, que el motivo de la reunión era acordar las bases, con el fin de obtener el premio de `championship' del presente año, entre los clubs de esta isla, oficialmente (el subrayado es nuestro) conocidos. Que considerando que solo existen los del Almendares, Matanzas y Habana, entre estos debía disfrutarse el premio»

En aquel desafío del 29 de diciembre de 1878, se impuso el Habana BBC, 21 carreras por 20 y tuvieron los de la capital una razón de más para celebrar la llegada cercana del nuevo año.

Pero se agudiza la polémica al afirmar Enrique Meléndez Mouns, promotor del béisbol, que llegó a dirigir el Matanzas de la temporada 1892-1893, junto a Luis Almoina, en palabras tomadas de José M. Cuétara Vila en Matanzas. Notas históricas y el deporte de la pelota, p. 18, que se celebró un desafío en 1873. Veamos:

La referencia más antigua encontrada hasta el presente de un juego entre un equipo matancero contra uno de la capital, se remonta al 5 de mayo de 1873, un año y siete meses antes del 27 de diciembre de 1874 (el subrayado es nuestro), y pertenece al Fondo de Deportes del Archivo Histórico de Matanzas. Dicho documento, firmado por Enrique Meléndez Mouns, el cual durante cerca de un cuarto de siglo estuvo íntimamente vinculado a la práctica de este deporte, siendo uno de los pioneros del mismo en Matanzas, expresa en una de sus partes: «Y comoquiera que estos clubes se hayan legalmente constituidos, y para efectuar su espectáculo paga a este gobierno la contribución estipulada en la tarifa patente celebrándolos con permiso de la autoridad, ocurre a Ud., con el fin de que se sirva impedir los días que este club tenga espectáculos, se llevaren a efecto otros de la misma índole en los solares cercanos a este barrio, por ser perjudiciales a los intereses de estos clubs...»7

El aporte anterior de Meléndez Mouns no ha sido acogido con beneplácito por los investigadores y la prensa nacional, quienes en mayoría sostienen la primogenitura al desafío del 27 de diciembre de 1874, en el Palmar del Junco. La historia continuará acercándose a la luz definitiva, de la mano de avezados historiadores. El tiempo quizás aporte nuevas evidencias.

Eso sí, no podrá documentación alguna, ni investigadores, historiadores, arqueólogos o antropólogos, despojar del donaire majestuoso con el que llegó a nosotros aquel 27 de diciembre de 1874. No fue el primero que se jugó en la Isla, mucho menos un juego oficial, pero lleva el orgullo del primer box score reportado, que se haya descubierto hasta el 2013. Y también, por qué no, fue el juego que abrió el camino a la polémica, que, parafraseando al Maestro, siempre da luz.

Veamos tales momentos históricos en la letra de sus autores, con fechas y cifras:

PRIMER JUEGO PUBLICADO

(Hasta 2013)

(Jóvenes del Comercio Habanero vs Norteamericanos radicados en Matanzas, 2 de septiembre de 1867), Palmar de Junco

La información, ofrecida por el Dr. Félix Julio Alfonso López, respetando la ortografía original, dice textualmente así:

COMPETENCIA: Ayer llegaron a nuestra ciudad varios jóvenes del comercio habanero, socios de un juego de pelota establecido en la capital. Dichos individuos jugaron por la tarde un partido con los aficionados norteamericanos que tienen establecido un club en el Palmar de Junco; y según, nos informan, quedó el partido tabla, debiendo resolverse en otra ocasión próxima (sic).

(Aurora del Yumurí, Matanzas, año 40, no. 1, martes 3 de septiembre de 1867, p. 3)

EQUIPO MATANCERO CONTRA UNO DE LA CAPITAL

5 de mayo de 1873

(Tomado de José M. Cuétara Vila, en Matanzas. Notas históricas y el deporte de la pelota)

Reportado por Enrique Meléndez Mouns:

(Fondo de Deportes del Archivo Histórico de Matanzas)

PRIMER BOX SCORE PUBLICADO EN CUBA

27 de diciembre de 1874

Versión original de La Aurora del Yumurí.

Juego de pelota.

Ayer tuvo lugar en esta ciudad, punto conocido por Palmar de Junco, un juego de pelota entre el Matanzas Base Ball Club y el Habana Base Ball Club. La primer (sic) noticia que de ello tuvimos fue la llegada a esta ciudad de los individuos del club habanero y el siguiente suelto del periódico El Artista, que se publica en La Habana y que uno de dichos señores nos proporcionó.

DESAFÍO.

«El club formado en esta ciudad y que sostienen varios jóvenes entusiastas, titulado Havana Base Ball Club, ha recibido un cartel de desafío, del que existe hace años en Matanzas. Se trata de probar en competencia, la destreza, la fuerza muscular y la ligereza de piernas de unos y otros. El premio no es una timbale d´argent, porque no se trata de un concurso de voces; el club vencedor recibe un Bat, especie de paleta-bastón que sirve para la pelota y que se conserva en los clubs con orgullo.

«El Havana Base Ball Club se ha apresurado a recoger el guante, y al efecto, se ha designado como lugar de la contienda, una hermosa sabana de la margen derecha del río San Juan, donde debe verificarse el domingo próximo el desafío entre ambos clubs.

En efecto, a la una menos cuarto dio principio el juego ante una concurrencia numerosa, que hubiera sido inmensa si se hubiera tenido conocimiento del desafío, y concluyó a las 5 y 35 minutos de la tarde, dando por resultado el que el Havana Base Ball Club quedara victorioso con 42 corridas de ventaja en 7 innings (entradas) según el pormenor siguiente:

Se distinguieron de un modo especial los señores Bellán y Mora, el primero en tres home-runs (corridas enteras) y uno el segundo.

Todos los jugadores merecen mención honorífica, pues se jugó bien a pesar de no estar preparado el terreno y de no llevar los clubs más que un mes de ejercicio.

También la merecen el Umpire (juez) Sr. D. Juan Tregent y el Score (anotador) D. Manuel Pavía, el primero por su recta justicia y el segundo por su amabilidad.

Concluiremos felicitando a los habaneros por su triunfo, del que sin duda pueden enorgullecerse, pues tuvieron que habérselas con los mejores y más diestros jugadores de Matanzas, quienes, sin embargo, de su derrota, pronto acudirán a tomar la revancha, ante los vencedores de hoy, que tal vez sean los vencidos de mañana. Por otra parte, nos complace ver que nuestra juventud es afecta de los ejercicios calisténicos o gimnásticos, (ilegible) pues son utilísimos para desarrollar las fuerzas físicas, conservadoras de las facultades intelectuales. Mens sana in corpore sano, como dijo Juvenal.

Sabemos que el Matanzas Base Ball Club se dispone a continuar sus ejercicios, a fin de poder retar de nuevo al club habanero, tratando en la segunda lucha de conquistar el bat de la victoria.

(Fuente: Aurora del Yumurí, Matanzas, no. 103, martes 29 de diciembre de 1874, p. 2.)

(Juego del 27 de diciembre de 1874), Palmar del Junco

(Crónica y box score publicado por Enrique Fontanills, con el seudónimo de Henry, en El Artista, La Habana, jueves 31 de diciembre de 1874), Palmar de Junco.

RESULTADO DE UN DESAFÍO

VICTORIA DEL HABANA B.B.C.

Pormenores ofrecidos

El domingo 27, según anunciamos á nuestros favorecedores tuvo efecto el desafío entre los clubs de juego de pelota de Matanzas y la Habana.

Reunidos en el lugar conocido por Palmar de Junco, en el barrio de Pueblo Nuevo, (Matanzas), se procedió á echar suerte al que debía tocar al in; cúpole al de Matanzas, por lo que el club habanero pasó á ocupar su puesto respectivo, dándose enseguida la voz de play por el Umpire. (Á la una menos cuarto).

Jugados los primeros innings, el match parecía igual, pues no se hicieron más de dos corridas por ámbas partes.

En el primer inning del Habana, tuvo lugar una seria discusión motivada por la manera de lanzar la pelota del Pitcher del Matanzas, que en vez de to picth, que es como está prevenido, se permitió el lujo de to throw the ball, que está prohibido.

Pidióse en el acta judguement al Umpire (Juez) y éste declaró que, en justicia, no era válido el modo de arrojar la pelota que usaba el Pitcher matancero; pero como éste no fuera reemplazado, creyendo aquel club llevar en ello gran ventaja, se determinó que ambas partes hicieran uso de tal privilegio.

Sin embargo, la suerte estaba echada: El Havana Base Ball Club logró con esa innovación una ventaja, pues la fuerza de su Pitcher (R. Mora) cuyo throwing era tan rápido y tanta la ligereza y tino de su catcher (Mr. Bellán, del Mutal Clubs de New York) que apenas permitía al Batman matancero distinguir la pelota. He aquí porque en 7 innings que se jugaron, los del Matanzas Club no hicieron sino nueve corridas, mientras que el Havana Club, en igual número de innings, les hizo tres skunks y cincuenta y una corridas, ganándoles, por lo tanto, por cuarenta y dos corridas.

Con motivos de no haberse preparado convenientemente el terreno, el Umpire no pudo funcionar con el acierto que era de esperar, mereciendo, sin embargo, un voto de gracias por la solicitud y buen deseo de que dio prueba.

Una concurrencia numerosa presenció el acto, que por la novedad llamó la atención. Gustó mucho también el sencillo y apropiado uniforme del Havana Club.

Merecieron especial distinción Bellán y Mora: el primero hizo tres home-runs y el segundo uno. Por la reseña que copiamos al pié, puede verse que todos se portaron como buenos. (¿Cómo buenos?).

El juego terminó a las 5 y 35 minutos de la tarde, hora en que la oscuridad no permitía continuar.

Es probable que dentro de dos meses se verifique en el Vedado, donde el Habana Club tiene su play ground, otro desafío entre los mismos Clubs.

Henry.

Notas:

-Tomado de Wenceslao Gálvez y Delmonte, en El Base Ball en Cuba, pp. 38-41.

-Por primera vez aparecen las posiciones en el Habana BBC, no así en el Matanzas BBC.

-Nótese que Fontanills cambia el apellido Arnao por Armas, en el Matanzas BBC y, a su vez, el de Saburen por Sabourín; también incluye los nombres en el Habana BBC. Los apellidos correctos son Arnao y Sabourín.

-Respetamos textualmente la ortografía de la época.

SUMARIO:

-Ponches: Teodoro Zaldo (8), Ricardo Mora (15).

-Tiempo de juego: 3 horas, 35 minutos.

-Terreno: Tulipán.

-Tribunal: Juez, C. Cuero.

-Anotadores: Alfredo W. Lacazette y Ernesto Guilló.

-Árbitro: Federico Delgado.

Los lectores ahora podrán adoptar sus posiciones: continuar con el criterio no sustentable del primer juego oficial, el 27 de diciembre de 1874, o acercarse definitivamente a la ciencia, asumiendo el primero el 29 de diciembre de 1878, respaldado por una liga oficial.

Este autor pudiera escuchar o leer cualquier versión, pero siempre dirá como Galileo: «Y, sin embargo, se mueve…»

 


Recibido: 10 de abril de 2016.
Aprobado: 20 de agosto de 2016.

Juan A. Martínez de Osaba y Goenaga. Profesor Consultante. Licenciado en Educación, Especialidad Historia. Universidad de Pinar del Río Hermanos Saíz Montes de Oca.
Correo electrónico: juana.martinez@upr.edu.cu