ARTÍCULO ORIGINAL
Concepciones teóricas acerca de la creatividad y su desarrollo en el proceso de enseñanza-aprendizajeTheoretical conceptions about the creativity and its development in the teaching-learning process
Yudelqui Martínez León,1 Modesta Moreno Iglesias,2 Ania Teresa Cordero González3
1Licenciada en Educación, Especialidad
Agropecuaria. Máster en Ciencias
Pedagógicas. Profesor Auxiliar. Universidad de Pinar del Río Hermanos Saíz Montes de Oca, Facultad
de Cultura Física.
Correo electrónico: yudelquis.martinez@upr.edu.cu
2Licenciada en Educación, Especialidad de Historia.
Doctora en Ciencias. Profesora Titular. Universidad de Pinar del Río Hermanos Saíz Montes de Oca, Facultad de
Cultura Física.
Correo electrónico: modesta.moreno@upr.edu.cu
3Licenciada en Educación, Especialidad de Física.
Máster en Ciencias. Profesor
Auxiliar. Universidad de Pinar del Río Hermanos Saíz Montes de Oca, Facultad de Cultura
Física.
Correo electrónico: aniat.cordero@upr.edu.cu
RESUMEN
La creatividad ha sido y es objeto de estudio de varias disciplinas, dentro de las que se encuentran: la psicología, la sociología, la epistemología y la filosofía, todas ellas la investigan a partir de su propia especificidad conceptual-metodológica, y existen grandes polémicas actuales para determinar sus límites, lo cual puede constituir un obstáculo para los investigadores, de ahí la necesidad de dejar claro y preciso el marco teórico-metodológico desde el cual se investiga este proceso. El presente trabajo aborda un tema de gran valor al recurrir a las vías y métodos que se sustentan en los más altos niveles de análisis sobre el aprendizaje con enfoque creativo, se inicia con una valoración de la importancia de la creatividad como proceso esencial en el desarrollo del proceso de enseñanza- aprendizaje, donde se precisan los elementos que constituyen bases teóricas para su perfeccionamiento. La investigación tiene el propósito de ofrecer una sistematización de los principales referentes teóricos que sustentan la creatividad, profundizando en sus dimensiones e indicadores con objetivos didácticos para elevar la calidad del aprendizaje. En la investigación se utilizó un sistema de métodos investigativos de nivel teórico, empírico y estadístico, en específico la encuesta, la entrevista y el cálculo porcentual, los que permitieron constatar la situación problemática existente en relación al desarrollo de la creatividad. La teoría que se ofrece permite la elaboración de nuevas estrategias para perfeccionar el proceso de enseñanza-aprendizaje, situando al estudiante como protagonista de su propio aprendizaje.
Palabras clave: Creatividad; proceso de enseñanza-aprendizaje; bases teóricas.
ABSTRACT
The creativity has been and it is object of study of several disciplines, like: Psychology, the Sociology, Epistemology, as well as Philosophy, all they research it from their own conceptual-methodological specificity, and there are big polemic current to determine its limits, what can constitute an obstacle for the researchers, hence the necessity to clear up and specify the theoretical-methodological framework from which this process is researched. The present work approaches a topic of great value when appealing to the means and methods that are sustained in the highest analysis levels on the learning with creative focus, it begins with a valuation of the creativity importance like essential process in the development of the teaching learning process, where the elements that constitute theoretical bases for its improvement are specified. The research has the purpose of offering a systematization of the main theoretical referents that sustain the creativity, deepening in its dimensions and indicators with didactic objectives to increase the learning quality. There was used a system of investigative methods of theoretical, empiric and statistical levels that allowed to verify the existent problematic situation in relation to the development of the creativity. The offered theory allows the design of new strategies to improve the teaching-learning process, locating the student like the main character of his/her own learning.
Key words: Creativity; teaching-learning process; theoretical bases.
INTRODUCCIÓN
El estudio de la creatividad ha sido un término de interés de psicólogos, filósofos, matemáticos, ingenieros, sociólogos y pedagogos, para estos últimos la implicación es de una envergadura mayor, pues su meta es la formación de la personalidad, en la que se inserta el proceso de enseñanza-aprendizaje y las condiciones para el desarrollo efectivo de este proceso, en el que se conforma la personalidad (unión de lo afectivo y lo cognitivo), es decir, el profesor como orientador, director y facilitador en el desarrollo de un aprendizaje creativo.
La creatividad constituye, sin duda, un tema de vigente interés en el ámbito de la investigación. Este hecho podría explicarse por los constantes cambios presentes en el mundo actual que exigen nuevas y diferentes respuestas y, al mismo tiempo, fomentan la innovación. Sin embargo, el primer problema que encontramos al investigar sobre creatividad es el de su conceptualización, puesto que este término ha estado asociado a centenares de definiciones a lo largo del tiempo, dificultándose así un consenso sobre su significado.
Diferentes autores (Rodríguez, 1985; De la Torre, 1996; Garaigordobil, 2003; De la Torre y Violant, 2006; Martínez y Díaz, 2008) coinciden en señalar que la creatividad constituye un constructo polisémico, multidimensional y factorial, en tanto que puede ser definida y estudiada desde diferentes perspectivas, analizada desde distintas facetas. De este modo, Garaigordobil (2003) señala algunas constantes aceptadas sobre la definición 550 de creatividad: la creatividad es un potencial humano, es novedad y originalidad y, es una actividad creativa intencional.
La génesis y el desarrollo de la creatividad no se enmarca en los tiempos actuales, desde la antigüedad ya se vislumbran chispazos de creatividad en el pensamiento y accionar de filósofos, artistas, científicos, etc., sin embargo, es en la década de 1940 donde se les da un verdadero empuje a las investigaciones sobre este tema con P. Guilford a la cabeza, como presidente de la Asociación Americana de Psicología en EE.UU.
En la época contemporánea, se ha acelerado vertiginosamente el desarrollo de la sociedad. Los descubrimientos científicos se aplican rápidamente y de manera directa en la práctica social, no sólo productiva, sino que inciden en todo el modo de vida del hombre.
Ante esta situación, se demanda la formación de personalidades con capacidades desarrolladas que puedan asimilar y aplicar los conocimientos e innovaciones en la solución de las nuevas situaciones que se presentan, determinar alternativas, detectar nuevos problemas, es decir, ser capaces de enfrentar con éxito las contradicciones que surgen, lo cual exige audacia, flexibilidad, perseverancia, es decir, rasgos de una personalidad creadora.
Estas ideas, sistematizadas como fundamentos de la calidad de la educación en Cuba, son: Extensión de los servicios educacionales partiendo de la estrecha relación que existe entre la calidad de la educación-calidad de vida-desarrollo social, sobre la base del carácter creador de la actividad docente y su perfeccionamiento.
Alcanzar un proceso de enseñanza-aprendizaje, que responda a las necesidades de nuestra sociedad, constituye una prioridad, que en Cuba tiene su expresión en las profundas transformaciones que en Educación se han venido realizando desde principios del siglo XXI para que esta responda al desarrollo de la creatividad.
Para el profesional de Cultura Física en formación, constituye un reto asumir todas las tareas profesionales desde los primeros años de la carrera, pues significa estar preparado para promover el desarrollo y el autodesarrollo, dotar a los participantes de una cultura general integral que les permita desempeñarse en los diferentes contextos sociales relacionados con la cultura Física y el Deporte, identificados con los principios de nuestra Revolución.
En el ámbito de la educación física y el deporte el término creatividad va ligado a áreas muy diversas (Marín et al., 1998; Cleland y Gallahue, 1993). Refiriéndonos a la creatividad motriz, un concepto que ha estado aceptado de forma bastante generalizada, pero al que resulta difícil otorgar una única definición. De acuerdo con Martínez y Díaz (2002; 2008) una definición capaz de agrupar las realidades creativas del deporte sería: La capacidad de producir respuestas fluidas, diferentes, novedosas con el fin de resolver un problema motor, ya sea de tipo funcional, como puede ser una jugada de ataque-defensa, ya sea de carácter expresivo, como es el caso de una composición gimnástica. Así, desde una posición integradora, esta definición acepta que la creatividad en el deporte se mueve en un continuo que va de la productividad y el rendimiento, a la configuración, la expresividad y la belleza.
Entre los autores que han dedicado parte de sus obras al estudio de la creatividad, parece ser que existe un consenso a la hora de establecer unas determinadas etapas del proceso creativo, pero asimismo también el proceso creativo en el deporte presentaría tantas posibilidades como modalidades deportivas (Cárdenas y Torres, 2005).
Resulta difícil para la educación física y el deporte librarse de los estilos que conducen a que el profesor hable y los estudiantes escuchen, donde lo más importante sea vencer los contenidos que plantea el programa y lograr buenos resultados docentes por la vía más generalizada, la memorización y la reproducción mecánica.
El cumplimiento de tal objetivo, no solo constituye una necesidad, sino, también un reto en las condiciones actuales, caracterizadas por la existencia de un mundo unipolar, en que las fuerzas opuestas a nuestro proyecto de desarrollo dominan a escala mundial la economía, la política y los medios de comunicación en particular.
En la actualidad educativa existe como deficiencia que gran parte del personal docente no considera en el desarrollo de la creatividad, un aspecto tan importante como la creación de climas favorecedores y estimulantes y, además, que no existe un sistema didáctico integral para este proceso particular en la carrera Cultura Física, por lo que es necesario un acercamiento al estudio del tema.
A partir de lo anterior, el objetivo del presente estudio se centra en ofrecer una sistematización de los principales referentes teóricos que sustentan la creatividad, profundizando en sus dimensiones e indicadores con objetivos didácticos para elevar la calidad del aprendizaje en la educación física y el deporte.
DESARROLLO
Es de particular interés para esta investigación la definición de Mitjans, A. (1995), que asevera que «la creatividad es el proceso de descubrimiento o producción de algo nuevo, que cumple exigencias de una determinada situación social, proceso que, además tiene un carácter personológico». (Mitjáns, A. 1995). Esta es la posición que se asume en la presente investigación para fundamentar el proceso objeto de estudio.
Desde este enfoque psicológico del estudio de la creatividad, como sustento de esta posición, la gran mayoría considera que para la producción de algo nuevo se requiere de otros aspectos de la vida psíquica, incluso la participación de toda la vida subjetiva de la persona, lo cual apunta al papel de la personalidad.
Al caracterizar a las personas creadoras Mitjáns, A. señala que» la creatividad no es una cualidad general de la personalidad que se evidencia en todos los campos de acción del sujeto de manera generalizada, ni tampoco está dada por una sumatoria de cualidades». (Mitjáns, A. 1995)
«La creatividad es la expresión de la implicación de la personalidad en una esfera concreta de la actividad, el producto de la optimización de sus capacidades en relación con fuertes tendencias motivacionales donde el sujeto de la actividad está implicado como un todo». (Mitjans, A. 1995)
En la actualidad es un criterio aceptado considerar que entre los componentes decisivos de la creatividad están los estados emocionales y las condiciones motivacionales de los sujetos. En Cuba hay trabajos de: F. González (1983); A. Mitjáns y A. González (1991) y M. Sorín (1993). Estos autores concuerdan en la importancia de la creatividad para la formación de la personalidad.
La educación ha de adaptarse a los cambios sin dejar de trasmitir el saber adquirido, los principios y los frutos de la experiencia y formar al hombre necesario para enfrentar los nuevos desafíos. Para ello es preciso que se proyecte hacia ideales de paz, libertad y justicia social, en una palabra: debe favorecer el desarrollo humano.
Es necesario aprender a vivir juntos, para poder cooperar y ayudar a favorecer la paz, a solucionar los conflictos y fomentar el intercambio cultural, además de combatir la violencia, se debe fomentar el sentimiento de empatía, hay que descubrir al otro a partir del conocimiento de uno mismo, hay que lograr armonía con la familia y la comunidad, en el trabajo de la escuela. En este caso el papel del maestro es enseñar teniendo en cuenta la interrelación subjetiva con otros compañeros, con los padres y con los alumnos.
Se debe propiciar el espíritu crítico ante lo mal hecho, despertar la curiosidad, aceptar la alteridad y hacer frente a las tensiones inevitables entre los seres humanos con un espíritu altruista mediante el diálogo, el intercambio de argumentos sin abandonar los principios que al ser los de la solidaridad son los más justos. La educación debe contribuir al logro de la integralidad del ser humano, al desarrollo de cada persona, de su cuerpo y mente, inteligencia, sensibilidad, sentido estético, responsabilidad individual, y espiritualidad.
Cada persona debe ser íntegramente capaz de tener un pensamiento autónomo, crítico, de elaborar un juicio propio, y de determinar por sí mismo qué hacer ante cada disyuntiva con una orientación valorativa correcta, hacia el progreso.
El papel del maestro es promover la libertad en el pensamiento a partir de firmes convicciones, lograr sentimientos que orienten al individuo para defender su naturaleza humana y a favor del progreso social, no de su autodestrucción.
El trabajo del maestro para ello debe ser a la vez, individual y colectivo para que florezca mejor la personalidad. La actividad profesional del maestro debe lograr en los jóvenes, sólidos conocimientos científicos y técnicos en correspondencia con el desarrollo social, con hábitos y convicciones que los hagan dignos de la época que les tocó vivir tales como:
· En lo ético: trabajar para que los más altos valores morales iluminen y dirijan la conciencia y conducta integral de los individuos, hasta elevarlos a la categoría de personalidades responsables.
· En lo científico: trasmitir los elementos básicos de la ciencia y despertar la inquietud por ampliar el conocimiento.
· En lo estético: estimular en las nuevas generaciones la expresión artística y capacitarlas para apreciar las bellezas de la naturaleza y las obras de arte, que deben considerarse como medios de elevación y dignificación humanas
· En lo filosófico: integrar la formación profesional con una concepción del mundo y del hombre inserta en la realidad histórica, de modo que luego pueda trasmitirla en la escuela.
· En lo social: el maestro debe convertirse en agente estructurador y perfeccionador de la democracia, a fin de contribuir eficazmente a la rectificación de las injusticias sociales y señalar normas de más justa convivencia.
En el campo de la Pedagogía, y en particular en el de la Didáctica, el tema de la creatividad ha estado asociado a muchas investigaciones y experiencias desde la práctica pedagógica, vinculadas a la problemática del aprendizaje y al desarrollo del proceso pedagógico (A. González.1995; M. M. Llantada.1997; J. Betancourtt, A. Mitjáns, S. De la Torre y P. Solis-Cámara.1997; A. Guanche.2003 y otros). Estos autores se han dedicado a profundizar en las características de los estudiantes y profesores creativos, orientadas a definir cuáles son los pronosticadores de la creatividad en el proceso de enseñanza - aprendizaje, así como a la determinación de los elementos a tomar en cuenta para diagnosticar el potencial creativo de los estudiantes.
La Didáctica tiene la tarea científica u objeto de estudio el sistematizar los conocimientos teórico - prácticos sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje, descubriendo las regularidades que rigen la conducción y facilitación de dicho proceso en su lógica interna, en la que se insertan los protagonistas principales del mismo, que dinamizan con sus acciones los restantes componentes didácticos.
Se asume por la autora desde una comprensión dialéctica de la didáctica, considerar el aprendizaje como un acto social, productivo y reproductivo del conocimiento bajo condiciones de orientación e interacción social, en el cual se pone en el centro de la atención al sujeto orientado hacia un objetivo, en interrelación con otros sujetos (el maestro, otros estudiantes y el grupo, en diferentes contextos). Sobre esta comprensión se le asigna una importancia medular a la revelación de las relaciones existentes entre aprendizaje y desarrollo, y se afirma que un buen aprendizaje es aquel que logra modificar la actuación anterior del estudiante, contribuyendo a la formación de nuevas actitudes, en correspondencia con la demanda social y el desarrollo de la personalidad, para una mejor inserción social de éste.
Esta comprensión dialéctica fundamenta la existencia de las Dialécticas particulares, y que deben su existencia a:
· La plasmación de la lógica de cada ciencia en cada asignatura o disciplina.
· Las características de los componentes personológicos en cada etapa de desarrollo del ser humano.
Estas didácticas particulares, en su concreción, se integran en una unidad, en la que se incluyen, además, la función social que debe cumplir ese ser humano, y para lo cual se prepara, en correspondencia con las condiciones socio-históricas. En lo que respecta al estudiante, implica utilizar toda la base de conocimiento, experiencias y características de la personalidad, conjuntamente con lo que aporta el grupo de clase, para involucrar a todos los estudiantes en la construcción de las condiciones más favorables para su desarrollo. El estudiante «... debe ser visto como ente social, protagonista y producto de las múltiples interacciones sociales en que se ve involucrado a lo largo de su vida escolar y extraescolar (...)
El estudiante es en ese sentido una persona que reconstruye el conocimiento, el cual estuvo primero en el plano interindividual y pasa posteriormente al plano intraindividual (ley de la doble formación del desarrollo)» (Zilberstein, J.2002:2).
Los contenidos, que inicialmente fueron transmitidos y regulados por otros; posteriormente, el educando los interioriza y es capaz de hacer uso de ellos de manera autorregulada.
Desde el punto de vista del profesor, le corresponde la tarea de enseñar al estudiante el cómo, el por qué, y el para qué, lo que implica aportar de sí mismo, todos sus conocimientos científicos y, en especial los pedagógicos, que permitan el desarrollo del proceso de aprehensión y reconstrucción del conocimiento por parte del estudiante, del despliegue de sus particularidades personales. Debe ampliar la zona de desarrollo próximo, primeramente, a partir de un sistema de apoyo que le permita al estudiante guiarse hacia nuevos niveles de desarrollo y en la medida que el estudiante va adquiriendo los conocimientos, las habilidades y los sistemas de valores necesarios, el profesor va readecuando su participación en el proceso para que pueda ampliar sus potencialidades.
Desde esta concepción del aprendizaje, se desprende la importancia que se adjudica a la actividad conjunta, a la relación de cooperación entre los alumnos y entre estos y el profesor. Esta posición contribuye a cambiar la tradicional relación de autoridad y distancia existente entre ambos participantes en el proceso de enseñanza aprendizaje y que obstaculiza en gran medida el desarrollo de la creatividad. La autora coincide con la mayoría de los autores (A. Mitjáns, 1995; A. González, 1995; P. Mongeotti, 2003; A. Testa, 2003; entre otros) en considerar la creatividad como el proceso de implicación de la personalidad en una esfera concreta de la actividad, resultado de la optimización de sus capacidades, junto a fuertes motivaciones
Coincidiendo con el análisis realizado por la Doctora Albertina Mitjans, en su libro «Creatividad, Personalidad y Desarrollo», se reconoce que entre los indicadores que caracterizan a una persona creativa están: 1. Perseverancia. 2. Seguridad. 3. Independencia 4. Flexibilidad. 5. Originalidad. La creatividad se desarrolla en diferentes niveles, se puede ser creador en el desempeño de su profesión, en su puesto de trabajo, en el hogar, sin que esto trascienda a otros niveles, o se puede crear algo tan valioso que se generalice y pase al nivel de engrosar la cultura de toda la humanidad.
Del análisis de estos principios didácticos se pueden generalizar algunos aspectos que es necesario tomar en cuenta para el desarrollo de la creatividad, dentro del proceso de enseñanza aprendizaje desarrollador. Estos aspectos son:
· Lograr la participación del estudiante como elemento activo dentro del proceso de enseñanza - aprendizaje, de manera que éste alcance un sentido para él.
· Presentar y trabajar los objetivos de modo que el estudiante logre en la mayor medida posible, su implicación en los mismos, de manera tal que cada uno pueda desplegar sus potencialidades en dependencia y a partir de los diferentes niveles de desarrollo intelectual y motivacional alcanzados. La homogeneidad de la enseñanza se convierte en un obstáculo para el desarrollo de la creatividad.
· Potenciar en el estudiante la capacidad de problematizar el conocimiento, identificar problemas, lograr soluciones novedosas. En este proceso de problematización, el estudiante podrá cuestionar, discrepar, fundamentar y defender los criterios propios lo que contribuye, indiscutiblemente, al desarrollo de la creatividad.
· Lograr la individualización de los objetivos de aprendizaje da la posibilidad, a su vez, a que la evaluación se convierta en un estímulo para el desempeño del estudiante. En el sistema de evaluación se incluye la autoevaluación necesaria para estimular la independencia y la activación del estudiante en el proceso de enseñanza - aprendizaje.
Para desarrollar la creatividad en el proceso de enseñanzaaprendizaje, se necesita de un profesor que, como educador, incentive, potencie, promueva la actividad independiente en la búsqueda de nuevos conocimientos, que estimule las motivaciones e intereses personales, la formación de sentimientos y de valores. El aprendizaje, como la creatividad es un proceso interno de la persona, la cual, el educador no puede acceder, directa ni exhaustivamente, pero a la vez, es un proceso que tiene condiciones que se pueden propiciar, controlar y evaluar.
La posibilidad de la creatividad reside, por una parte, en el individuo y, por la otra, en su circunstancia y en su contacto con los hombres», (Castellanos, D.1999:11) con la cultura. A partir de esta premisa, se precisan los vínculos del aprendizaje con la creatividad, con el resultado siguiente: Ambas están condicionadas por las circunstancias socioculturales, no se enmarca en factores hereditarios, sino que se puede desarrollar en todos los sujetos, condicionada por elementos individuales y sociales.
CONCLUSIONES
Desarrollar la creatividad en el proceso de enseñanza-aprendizaje, significa contribuir a que cada estudiante sea consciente de su autodesarrollo particularmente de sus fortalezas cognoscitivas, elemento este que contribuye al desarrollo de la independencia y la seguridad; significa además, que cada estudiante pueda expresar a través de sus capacidades y habilidades, las potencialidades que lo caracterizan como ente activo y consciente de su realidad, elemento favorecedor de la originalidad y la flexibilidad en el aprendizaje.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Recibido: 19 de abril de 2016.
Aprobado: 25 de agosto de 2016.
Yudelqui Martínez León. Máster en Ciencias. Profesor Auxiliar. Universidad de Pinar del Río Hermanos Saíz Montes de Oca, Facultad de Cultura Física. Correo electrónico: yudelquis.martinez@upr.edu.cu